Llega información al correo, de la aparición de este nuevo título en poesía. Les dejamos con las palabras que Eduardo Reymell, tiene para este nuevo libro, además con un poema extraído del mismo. Tenemos en conocimiento que este viene a ser el segundo libro del autor.
COMENTARIO AL LIBRO
Hay
tres formas de escribir un libro como El
amor de mi muerte: loco, ebrio o enamorado. La voz quebrada que desfila por estas páginas
son los aullidos de un licántropo despojado del lenguaje, de los susurros y los
buenos tratamientos de la palabra para ser solo un eterno grito desesperado con
la clara intencionalidad de llamar desde las mismas brasas del infierno al
recuerdo, eso que aqueja al poeta desde las primeras líneas y que anuncia su
inminente fracaso. Aun
así, a medida que cada poema intenta acercarse a ese ser inefable, de inmediato
somos nosotros los lectores los primeros en caer en el lodo del fracaso, notamos
además una clara intención de alejarse de las formas y la tradición. Y es que a
lo largo del libro el lenguaje parece no colmar ningún deseo, la voz del yo
lírico parece venir de un encierro que no está dispuesta a pasar por algún
otro, los versos flotan y buscan que sea la rudeza la que predomine ante la
contemplación de la palabra. Al fin y al cabo no se puede hablar del amor y la
pérdida como se habla de una flor.
Eduardo
Reyme Wendell
MI LABERINTO
En
mi laberinto
no
logró encontrar la salida
ni
a nadie que me guie
hacia
ella.
Ahogándome
en este vaso de vino
que
he llenado y vaciado
en
veces repetidas.
No
aprendí a surfear sobre mis miedos.
Me
subiste al cielo
con
tus delicadas enredaderas
y
me dejaste caer
como
un peso muerto.
Sin
embargo preguntas ¿Te lastimaste?
con un aire de ironía.
Me gustaría borrarte de mi neurosis,
olvidarme hasta de tu aroma,
partir el circulo vicioso
de mi bipolaridad
entre quererte-odiarte
—aun sabiendo que contigo, son lo mismo—.
La vida se pone caprichosa,
y reconozco que yo mismo
cuando logro borrarte,
te extraño tanto,
que empiezo a inventarte.
Justo como hago hoy
con este poema,
con cada libro,
con cada canción,
con cada suspiro.
con cada libro,
con cada canción,
con cada suspiro.