El día de hoy ofrecemos a vosotros lectores, unos poemas de Gino Roldán Grieve, antiguo integrante de "El Club de la Serpiente", grupo que fuera integrado por David Jiménez, Frank Turlis, Henry Miranda, Manuel Vargas, Raúl Solís, Rubén Landeo, Wilver Moreno y el propio Roldán. Muchos de ellos con publicaciones en su haber y siguiendo la ruta de la poesía. Roldán ahora en solitario, continúa su camino por las letras, teniendo ya una publicación en su haber. Disfrutemos de los poemas que el autor muy amablemente nos comparte este día.
CELEBRACIÓN
Sea celebrado el prestigio ausente de
las cosas.
Sea despojado el velo del hábito y la
mesura cotidiana.
Florezca el resplandor de una imagen primera,
la superficie de un Objeto –breve e
inconstante en su desolación-.
Sea percibida la textura de un aroma
efímero, la sustancia de un sabor
ya olvidado por la mandíbula y el
paladar.
Sea la luz, su líquida incandescencia
en torno nuestro.
Que vierta su tinta de calamar luminoso
sobre la cosas,
su exuberancia, la costra abierta del
mundo – mas antes
la palabra era plana y el poder de su
invocación preciso: el fruto se percibía fruto, la boca se sentía boca, el dedo
apuntaba sin mayor vacilación al sol.
Sea celebrado el prestigio ausente de
las cosas.
La lengua floreciente sobre una costra
La raíz que da origen a todo
Y significa a cuanto nos rodea -astros, nimbos, materia residual-
El sustrato en el cual yace difuso e
impasible el concepto, la gramática anterior a toda definición y permanece
Vierta sobre nosotros el sueño, sus
pálidas arenas.
Que el silencio se asiente en torno
nuestro. Se nombre al árbol, la raíz y
la hoja; que lento desmenuce el tronco y abra sus astillas.
Sus vigas dispersas brillen en medio de
la descomposición
Sea celebrada la ebriedad propicia de
un mar antiguo
Y sus líquenes consagrados a un majestuoso
movimiento
Muestre el Objeto su esplendor primero,
el fuego originario en que ha sido labrado. El Objeto totalmente desprendido
del ser –el reposo del aire en una idea-
Y el tiempo ahíto que devora lo profuso
e intangible de su esencia.
CARPE DIEM
La claridad del cielo como una espada de agua
Un sol ebrio, algo sonriente
El horizonte que extendiendo su panza fértil, sus
convexidades y esplendores de hembra.
Oh campos brillantes, esmalte de luz
Un caballo reluciente como una navaja que se
desplaza y va deshojando sus desbocados cabellos minerales.
Hermoso en la desigualdad de sus destellos
La muchacha que vestida de crisantemos danza sobre
un radiante paraguas.
Y nos dice “Ven”
Extenderse libre sobre el lomo de un paquidermo.
Plácido entre las celestes esferas.
Oh, el carbono que cristaliza, la rotación de un
ojo, la letanía de las constelaciones.
Mientras te llevo como un medallón sobre mi pecho.
Un trozo de nube que va perdiendo su color y densidad…
ABSALÓN (de luminosa cresta)
A este árbol han quedado prendidos tus cabellos
Y tu incipiente corona ha rodado sobre la hierba
Roble de generosas raíces, hombre de párpados abiertos
No se halló en estas tierras, figura más imponente
Absalón,
El estertor de un
cuerno
Ya no ha de anunciar la victoria antes presentida
Ni tu mano alzada contra el cielo
Cual peso terrible en la sangre y ceniza dispersa en las cabezas
Oh, príncipe de un linaje venturoso
¿Qué ha sido del viento que ennoblecía tu cabellera,
De tu carroza trepidante, tu voz pródiga en resonancias?
¿Qué ha sido de tu cuerpo, yerto ya, cubierto de raíces,
Tu sombra, su tajo brillante entre la niebla?
No era tu sino el de la tragedia
Mas ahora te precipitas incesante, agitando las crines,
Absalón, implacable el viento, el vértigo, las horas,
Ahíto ya de esplendores, limpias todas las máculas
Rodando como una roca sobre la pendiente
Absalón, Absalón,
No has de perderte bajo el espesor de tus párpados,
El choque de bronces, las sombras crujientes de las ramas.
SOBRE
LA CRÍTICA Y SU FUNCIÓN
1.
He ahí el texto, su maroma indescifrable.
Para cumplir con nuestra labor en primer lugar se
habrá de tener cierta disposición: se habrá de despejar las nubes y el humo de
nuestra frente
El cuerpo habrá de sentirse ligero como si le hubieran brotado un par de
alas
O como si se encontrara inmerso en aguas.
Se habrá de ajustar también nuestro lente de
aumento
-
la visión habrá de ser clara y
precisa como un girasol-
No hemos de sorprendernos tampoco si en nuestro
horizonte aparece una manada de bisontes o surge un castillo brotando en medio
de la espuma.
Y por un momento todo habrá de ser extrañamente
blanco.
He ahí el texto.
Su encabalgamiento como un potro desbocado
Su parábola atravesando un cielo hexagonal.
Se habrá de recomendar también la mesura
No conviene distanciarse mucho de la letra, su
textura escarlata.
-
la palabra habrá de sentirse,
aunque sea un poco, en el tímpano o en la médula –
Tampoco es recomendable la absorción del sujeto por
el texto.
-esto implicaría nuestra desaparición-
De esta labor, finalmente, no está excluido el
divertimento.
2.
Todo texto es un objeto de deseo
Una mejilla atravesada por una flecha.
Una arquitectura que pretende ser luminosa.
En el brillan como escarcha sobre un fruto nuestros
humores y exhalaciones.
Todo texto es una letanía
Una mujer que de a pocos nos va mostrando su
desnudez.
Un desplazarse libre sobre campos artificiales…
POEMA
INTEGRAL (Horazeriana)
Hoy ha muerto Róger Cáceres Quispe
Y solo hay un cielo que le es indiferente
Y unas nubes –que también le son indiferentes.
Roger Adalberto Cáceres Quispe
Sexo masculino, 42 años, de oficio
Profesor de escuela, soltero aún
-y para siempre y de aquí a la eternidad-
Compañero sideral de su madre.
Pero nadie comenta sobre la tiranía del destino
-o sus ojos chinos bebiendo ron en las plazas-
Ni sobre este u otro acontecimiento digno de mención
-Sí, de la situación en Siria o en Oriente tampoco se
habla-
Porque en la televisión es solo una mención en un
breve reportaje
Y en los periódicos una nota al pie de Locales
Un dato estadístico más, al fin y al cabo.
Porque a nadie le interesa la muerte
De un profesor de escuela
De un hombre soltero, de 42 años
Arrollado por un auto durante la noche
Porque a nadie le interesa saber sobre
Un cuerpo cubierto por bolsas negras
Un par de zapatos manchados por el barro
Un viejo maletín olvidado en medio de la pista
Porque esta ciudad a veces te devora
Sobre todo si tu apellido no pesa
Tu presencia no pesa, tu billetera no pesa
Porque a nadie le interesa saber la muerte
De un profesor de escuela
De un hombre soltero, de 42 años
A nadie salvo a su madre
Que aún lo espera con la cena lista y una taza de té
Pues ella conocía el universo que en él habitaba
Los soles y geranios que coronaban sus rincones
Las historias de proyectos inconclusos, de amores no
correspondidos
La historia mínima que para ella era todo
La planta que durante años fue regada
Pero que finalmente creció enferma
Hoy ha muerto Róger Cáceres Quispe
Y solo hay un cielo que le es indiferente
Y un asiento vacío al lado de su madre
Un hombre menos, una cifra en negativo
Un dato estadístico más, al fin y al cabo.
Gino Roldán Grieve (Trujillo, 1983) Licenciado en
Literatura por la UNMSM. Perteneció al grupo poético El Club de la Serpiente
con quienes publicó el libro grupal Club
de la Serpiente. Muestra poética (Hipocampo
editores, 2007). Ha sido incluido en algunas antologías de poesía y reseñas
suyas aparecen en algunos medios físicos y electrónicos. Ha publicado el
poemario Apostrophe.