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jueves, 11 de febrero de 2021

5 POEMAS DE "NO SIGA ESE PÁJARO" DE MARTÍN ZÚÑIGA CHÁVEZ

 


El sur del país tiene sin duda buenos representantes de la literatura. Una de esas voces es sin duda Martín Zúñiga, poeta nacido en Cusco y radicado en Arequipa, ha sido el principal gestor de un registro literario a través de "Urbanotopía", que es, digamos una especie de directorio poético de voces peruanas, dónde se pueden encontrar autores de diferentes zonas del país, ordenados alfabéticamente. Así tenemos quizá uno de los archivos poéticos con mayor continuidad en el medio. Algo que nos alegra, pues la misión de nuestro blog, es similar a la realizada por el poeta. 
A la par, debemos decir que: Martín ha ido trabajando su producción literaria de una forma muy destacada, participando en Festivales, Antologías, Ferias de Libros y Lecturas poéticas en diferentes zonas del país. La calidad de sus textos le ha hecho acreedor de algunos premios, tanto en Perú como en México y España. Podemos decir que Zúñiga es una de las mejores voces de los últimos 20 años en darse a conocer, algo que es confirmado en los libros publicados, constancia de aqueello que decimos. Para muestra, este puñado de poemas que ofrecemos a nuestros lectores. Servidos.


0. El dulce sonido de la estática en la televisión

 

Eran los mudos comienzos del siglo. Un chico perdido de dieciséis, luego de celebrar año nuevo durante dos semanas, tomó un bus y viajó al oeste. Al siempre viejo y peligroso oeste. Nadie podía decirle qué tan era el oeste: las ciudades casi costeras donde crecían trampas en cada esquina, donde cualquier sueño puede terminar en algo que devora. Lo de siempre: un migrante con muchos sueños, sueños criados poco a poco en las pantallas de televisión. Sin nadie quien viese por él. Ni él mismo. Siempre se está así de solo en el mundo. La familia es la forma que tienen para hacernos creer que no estamos solos, y en realidad nadie puede asegurarlo: cada familia tiene un criminal o un santo entre sus filas. Un pequeño caníbal totalmente solo. Total que llegó a una ciudad perdida en medio del viejo oeste, una ciudad blanca como un escupitajo de tuberculoso. No sabía cómo comenzar, así que fue anotando poco a poco lo que le sucedía y leyéndolo antes de dormir. Entre escribir lo que le pasaba y leerlo, se iba todo el tiempo. Entonces se vio a sí mismo convertido en palabras sin dirección ni peso, garabateadas en cuadernos escolares y amarillos. Por eso se tiró bajo las ruedas de los trenes en movimiento. Por eso toda la noche previa se dedicó a escribir lo más rápido posible sobre los días que hubiese, las calles vueltas a oscurecer, el agua que no iba a beber. Por eso puso música en la casetera –en aquel tiempo todavía existían caseteras–, juntó su poca ropa en el centro del cuarto, esparció todo con querosene –en aquel tiempo todavía en los grifos vendían querosene– y empezó a quemar todo. Nunca llegó a tener dieciocho, pero poco a poco su imagen se distorsionó con modulación. Por eso de muerto hizo milagros y el pueblo lo santificó. Esto fue antes que todos tengan cámaras a la mano. La calle donde dormía terminó en cenizas, pero no hubo ningún muerto, como sucede con los santos. Esa calle tiene su nombre. No la encontrarás en las guías de turismo, pues es una calle que ha ido viajando por el mundo. Y algunas noches los televisores de la ciudad, sin venir a cuento, se prenden solos, y hay estática y armónicos y la imagen se distorsiona, y algo entre todo ese error pronuncia su nombre. En algunos programas llaman a eso mancias, pero casi nadie se da cuenta, entre tantos televisores olvidados por los que duermen. Por cierto, bróder, ¿qué tanto duermes?

 

 

De: No siga ese pájaro


 

IMPASSE

 

Ya sé. Se trataba de la valentía.

Un buen tema para cualquier conversación.

Terminada la juventud,

se está a merced del miedo,

(Olvido García Valdez)

por eso aman la valentía, como los héroes.

 

Como si el valor valiera algo. (Bolaño)

La inconsciencia de los héroes al trotar

sin saberlo sobre su piel

esquivando los huecos como sobre las olas

más altas

es solo

            técnica documental

estrategia discursiva.

No tienen el valor de mirar atrás como lo tenía

Apollinaire porque no tienen memoria.

Pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido

(J. L. Borges)

Amar sin aprendizaje degenera, pero te diría

ten el valor de equivocarte. O entra sin naves

en el altamar del sueño.

El sueño que divide sin rencor a sus amantes (Walcott)

 

Desde la proa se ve cómo el fugaz romper de las olas

es una máquina urdida

para devorar y construir a la vez.

      Debajo

de la marejada florece con amor la verdad

respirando en medio de los huecos

como un joven    elefante pesado y hermoso

                            ocultando al sol

    tras su risa de marfil.

Este es nuestro pequeño espacio de confianza. (Watanabe)

 

Con su solo ojo de arena la verdad vale por su risa.

Y toda risa es liminoide.

Su inundado vacío (como papel

quemado) tiembla bajo el oleaje (y al llegar cerca

del obstáculo la ola crece, crece, se empina

y disminuye de anchura) con el sonido tísico de la hoguera.

No de miedo.

Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.

(Carver) Dentro del tubo de la ola antes de romper

la risa tiembla de emoción

pues hay carencia en su atracción.       Y cadencia.

La atracción de enfrentarse al horror y de tener una teoría sobre él. (Carson)

 

En un texto de cuatro líneas sales del sueño.

He soñado una fuga. Un “para siempre"

suspirado en la escala de una proa. (Vallejo)

Y alguien, del otro lado, siempre espera.

Impulsada por su angosta velocidad la ola

pierde equilibrio

y se estrella

estruendosa

sobre las peñas rocosas.

 

“Solo se es valiente para el otro”.

Lleno de aforismos acuáticos

la valentía se filtra entre las piedras.

Aunque sin puerto alguno.

 

       Hueco.

Cuántas costas ficticias

Antes del puerto hay.

(Emily Dickinson)

Cualquier texto puede ser un puerto.

Liminoide. Me gusta esa palabra.

Mas en aquel tiempo,

cuando rompían las olas los puertos

no la conocía.

Por eso para hablarte

tuve que referirme

a la juventud

Atardeciendo

Sin amor

Con su boca inflexible

Hacia el mar. (Elytis)

 

Pero entonces, totalmente trizas, apareces

con una fruta gastada en el hueco de cada mano.

 

De: No siga ese pájaro



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leí mientras despertaba en el periódico oficial de la nación:

solas se oyen las calles no se garantiza la vigencia de los derechos

y libertades constitucionales en su huir brutal de carnicería

por eso cuando grande como consecuencia de la declaratoria

cesa la plena vigencia de los derechos ciudadanos quisiera ser

lector, algo que es por libertad de acción, detención legal,

interrogatorio a detenidos o presos, libertad de locomoción mucho

más civil, honrado y modesto que este miedo con caries

derecho de reunión y manifestación y portación de armas, contenidos

en los artículos citados pero mientras tanto, escarbo días a mano.

 

De: No siga ese pájaro


 

PAÍS ABIERTO


a Alarico, todista

 

mi país es tan pequeño que si me levanto

por el lado izquierdo de la cama

ya soy un extranjero. mi país

no tiene más que una estación solo de salida

de buses. en mi país cuando trajeron

un cristo crucificado para la única iglesia

tuvieron que cortarle un brazo para

que entrara. en mi país los días

duran la mitad. y la gente tiene

herramientas que a la vez son una taza

un taladro una espada un tambor una silla.

para que la comida dure el doble

comemos frente a los espejos.

ahora que viajo me doy cuenta

que solo se puede hacer bien el amor

en mi país. cuando vino la sequía

nadie se dio cuenta. cuando llegó

el invierno incendiamos la iglesia

y creamos al menos tres religiones más.

mi país tiene la misma cantidad

de alfabetos que de personas.

al miedo no lo conocemos pues hemos

sembrado tanto horror en el mundo,

que solo le tenemos pánico a dormir

porque en mi país nadie sabe

convertido en qué se puede despertar.

 

De: No siga ese pájaro


 

PAPAS Y CAMOTES


a Toño, maroquero

 

cuando cocino el sabor depende

para quién sea y qué tal me caiga.

cuando cocino para mí, por ejemplo,

todo me sale feo, quemado y triste.

cuando cocino para mi madre

todo sabe a leña verde y recojo violetas

en el camino para adornar su lápida

pues como todos saben mamá no está muerta.

cuando cocino para mi padre hay mucho ajo

y pólvora y clavos y esquirlas de mercurio.

cuando cocinamos con mi hijo él dice

que todo le gusta porque él cocina más que yo.

cuando cocino para mi amor estoy distraído

y estas llagas en mis manos son de agua

helada y aceite hirviendo pues las estrellas

son difíciles de sazonar.

cuando cocino para el Hombre

al cual a pesar de todo le tengo fe

las papas saben a papas

y los camotes, a camotes.

 

De: No siga ese pájaro


 

Martín Zúñiga Chávez (Cusco, 1983)

Ha publicado Cover (Buenos Aires Poetry, 2019), No siga ese pájaro (Paracaídas editores, 2017), Gavia (Ediciones Fecit, 2009), entre otros títulos. Su obra ha recibido importantes premios en España, México y Perú. Coorganiza el Festival Internacional de Poesía de Arequipa, gestiona espacios literarios en el sur de Perú y desde hace varios años gestiona el proyecto Urbanotopia.



"RASTRO" DE YVAN YAURI

 



Hoy presentamos a un autor que se abrió camino a punta de versos, transitando por diversas ciudades del país y en especial del Cusco, su terruño. Yvan Yauri es un poeta cuzqueño de amplia trayectoria y libros importantes para el medio poético peruano. Es importante además porque entre nuestros vates destaca el hecho de publicar en su región y a la vez transitar por otras ciudades lejanas de su zona. Pasando por la capital Lima, donde mayormente se centra la poesía del país, por eso la importancia de Yauri y sus poemarios. Mostrando la necesidad que tenemos de volcar la vista a otras regiones y no solo centrarnos en Lima. En "Rastro", Yauri ha hecho una revisión de sus libros anteriores y los ofrece en conjunto para que el lector pueda degustar de la poética que ha estado cultivando durante años.

Ofrecemos a nuestros lectores cinco poemas de Yvan Yauri para el disfrute de su poética. Servidos.




LUCERO DEL RÍO

 

Atardecer infinito

en la selva encendida.

Alboroto de óleos

aromas fervientes

y chillidos salvajes

redimiendo el mundo.

 

Viajo varado en este reino de mito.

Ensueño de pupilas tersas

sienes moteadas y

fauces sigilosas.

Insólito estupor

ante un fresco alucinado.

Otorongo radiante

a la grupa de su yegua prieta.

Como delirio cautivo

en el reino de miel y frutas silvestres.

 

Vamos fluyendo entre caimanes

garzas y cormoranes

suavemente sin apremio.

Explorando las leyendas de esta vida.

Forcejeando para arrebatar a los dioses

la brasa de la santa libertad

bajo un espléndido lucero.

 

Noche cerrada en el Amaru Mayu.

Nocturno de voces

y conjuros espectrales.

Boscaje sonoro. Canto lunar.

 

Sobre mí el fulgor de tu cuerpo celeste.

Ascensión

21 h. 33 min. 12.2 seg.

Declinación

-15° 58’ 35.7”.

Diámetro del cuerpo

50 arcosegundos

desde la quilla de este bote.

 

A lo lejos hay fiesta en la ciudad.

Los felices colores de las bombardas

en la tibia oscuridad.

  

 TIEMPO TOKAPU

 

Región cromática de mayo

                 tiempo tokapu

       por las cimas mestizas.

   Brusca prole

            de tejados voladores

y sonoros gestos recortados en la brisa

                        de la hoyada madre.

     Este aroma arrebolado

                                entre los pastos

                     tejiendo su horizonte

          para la dura saga de la muchedumbre.

                                      

                    El mundo cuesta arriba.

        El alto y hondo mundo acompasado

     con su clara claridad erguida

                             sobre desolladas gredas.

     Dulce prole tenaz

vieja es la estela de la agreste chicha

            rojo y garzo

    el viento del ocaso en la Plaza del Cusco.

 

   La amada libertad es la armonía.

   La rancia esclavitud el caos.

   No hay demiurgo sideral bajo los Andes.

   El poeta es el demiurgo que galopa.

   La ciudad es un poeta exorbitado.

 

  Y redimido tramonto hacia los valles.

     La yerba seducida por los ríos

             transporta nuestra bárbara nobleza.

            Las tonadas de la cálida gleba

        divagan tamboreándonos por dentro.

                     

                      A tiro de piedra

          el trajín tornasolado

                                    de los pueblos.

      Una frágil fiesta de turtupilines.

                    Un veloz estruendo de loros

                              contra los kapulíes.

 

     Tras la floresta me detengo a ser feliz.

      Más feliz que esos límpidos zumos

   en el bullente Mercado de Quillabamba.

  

AVISO DE SERVICIO PÚBLICO

 

 Se precisa con urgencia

ejemplar de género hembra

a ser posible de firmeza radiante

rh sagaz y mediana estatura

siempre dispuesta a partirse

la piel contra los amos

sin que la gresca

pulverice su poesía

solicito para fines serios

de viaje a la luna

a través de los hombres

se garantiza lealtad acorde

harto fervor temerario

observar advertencia

abstenerse insufribles

acudir irreductibles

razón plaza túpac amaru

esquina de la normal penumbra

partimos los sábados de otoño

en persecución del pan

y la belleza

 

 

ARDE POÉTICA CON FUGA DE WAYNO

 

                                                  novia-poesía

Raúl Brózovich

 

El poeta es el orfebre                                                    

de un crisol profundo.                                                  

Ferviente tacto sonoro                                                  

en la cantera del tiempo.                                   

 

El poeta es artesano                                                      

que asedia su escultura.                                                 

Insólito alfarero                                                           

del inexorable torno.                                                    

 

Un herrero de la esencia                                    

tenaz con el delirio.                                                      

El acosado cautivo                                                       

de endemoniada amante.                                   

 

Surca atronadora la voz                                                 

de una díscola poesía.                                                   

Revelando los ritmos                                                    

insurgentes de los pueblos.                                            

 

Retratando sus espíritus                                                

con lúdica impudicia.                                                   

Arrastrándolos ebrios                                                   

por los suburbios del oficio.                                          

 

La pasión según el mago                                   

del aliento colectivo.                                                    

La verdad y la historia                                                  

en leal insumisión.                                                       

 

Vamos mi libertaria                                                      

mírame con tu paz de hierro.                                         

En tus ojos transparentes                                   

va un arcoíris nocturno.                                                

 

El poeta es un obrero                                                    

mi loca poesía.                                                             

Ya va a venir el verso                                                   

hay que ponerse el día.                                                 


Viaja ardiente tallador                                                   

    y alado brujo guerrero.                                                                   

Arde una antigua armonía                                             

con fuga de joven wayno.                                              

 

Viaja ardiente tallador                                                   

     y alado brujo subverso.                                                       

Arde una tierna armonía                                                 

con fuga de fiero wayno.                                   


 a César y Vladimir

 

VIENTO DE FUEGO

 

 Aletazo de Viento Sur

mece las fuerzas que trasiegan

asola vivo las figuras colocadas en su pulso

presas de su única salida

los perfiles tensos o versátiles

sujetos a sí mismos

por un ancho flanco de los tiempos arriba

el tropel de festivos ropajes sonoros

que se descargan hacia vastos parajes

donde se combate junto a mansos molles trasluciendo

los faroles ámbar del crepúsculo

mientras un limpio sinfín imprevisible de cristal celeste

devela el amor que se agolpa en las esquinas

se estrella los costados

contra los filos de las puertas inquietantes

en su barrio de crespa hierba y fauces reposadas

deambula sobre un montón de pena rígida

alterando el paso de la guerra.

 

Bajo la sorda trampa de los cables aéreos

los anfibios vagan sacudidos por las tormentas

un tamborileo seco de sus órganos marca

el vaivén de los cepos según metrónomo

aplastando nobles desencantos

la más notable reproducción

de objetos funcionales jamás prevista

sin duda la más alta y asombrosa maquinaria jadeante

dúctil y ruda en su llave maestra generando

la fuente de su propia encrucijada

y a pesar de todo se baila entre las horas

con júbilo de voces crepitantes

con brillo de siluetas fulgurando los senderos

saboreando los rítmicos celajes

antes de que un furioso temporal destartale

las magras copas de estos célebres vestigios

colérico arrase los campos infamados

y un viento de fuego reviva los bramidos del mundo

depure el aire viajando ferozmente

aletazo tenaz

que anuncias la borrasca

la onda inexorable de tu asalto

como joven pedrusco decidido vuelo

aceleradamente en la tormenta

discurro diestro y azotando

hasta el centro de tu fuerza navegable

porque en el fondo claro

de tus bravos ríos

quiero encontrar

la libertad.

  

YVAN YAURI (Quillabamba, 1963).

Ha reunido en Rastro los poemarios Viento de fuego (2007), Saga errante (2009) y Reapertura del sumario (2007), que de alguna forma representan, cada cual, otros tantos registros poéticos. Viento de fuego ha aparecido también por Ugly Duckling Presse, New York, 2011 y Saga errante por Baile del Sol, Tenerife, 2013. Este mismo año grabó el CD Viento de fuego. Residió en Europa entre 1984 – 1997 y dirigió  posteriormente diversas publicaciones escritas y radiales, eventos y agrupaciones culturales en las ciudades de Cusco y Lima. Mantiene una antigua militancia marxista. Reside actualmente en el distrito de Wanchaq.