Ofrecemos a nuestros lectores cinco poemas de Yvan Yauri para el disfrute de su poética. Servidos.
LUCERO DEL RÍO
Atardecer infinito
en la selva encendida.
Alboroto de óleos
aromas fervientes
y chillidos salvajes
redimiendo el mundo.
Viajo varado en este reino de mito.
Ensueño de pupilas tersas
sienes moteadas y
fauces sigilosas.
Insólito estupor
ante un fresco alucinado.
Otorongo radiante
a la grupa de su yegua prieta.
Como delirio cautivo
en el reino de miel y frutas silvestres.
Vamos fluyendo entre caimanes
garzas y cormoranes
suavemente sin apremio.
Explorando las leyendas de esta vida.
Forcejeando para arrebatar a los dioses
la brasa de la santa libertad
bajo un espléndido lucero.
Noche cerrada en el Amaru Mayu.
Nocturno de voces
y conjuros espectrales.
Boscaje sonoro. Canto lunar.
Sobre mí el fulgor de tu cuerpo celeste.
Ascensión
21 h. 33 min. 12.2 seg.
Declinación
-15° 58’ 35.7”.
Diámetro del cuerpo
50 arcosegundos
desde la quilla de este bote.
A lo lejos hay fiesta en la ciudad.
Los felices colores de las bombardas
en la tibia oscuridad.
TIEMPO TOKAPU
Región
cromática de mayo
tiempo tokapu
por las cimas mestizas.
Brusca prole
de tejados voladores
y
sonoros gestos recortados en la brisa
de la hoyada madre.
Este aroma arrebolado
entre los
pastos
tejiendo su horizonte
para la dura saga de la muchedumbre.
El mundo cuesta arriba.
El alto y hondo mundo acompasado
con su clara claridad erguida
sobre desolladas
gredas.
Dulce prole tenaz
vieja
es la estela de la agreste chicha
rojo y garzo
el viento del ocaso en la Plaza del Cusco.
La amada libertad es la armonía.
La rancia esclavitud el caos.
No hay demiurgo sideral bajo los Andes.
El poeta es el demiurgo que galopa.
La ciudad es un poeta exorbitado.
Y redimido tramonto hacia los valles.
La yerba seducida por los ríos
transporta nuestra bárbara
nobleza.
Las tonadas de la cálida gleba
divagan tamboreándonos por dentro.
A tiro de piedra
el trajín tornasolado
de los
pueblos.
Una frágil fiesta de turtupilines.
Un veloz estruendo de loros
contra los
kapulíes.
Tras la floresta me detengo a ser feliz.
Más feliz que esos límpidos zumos
en el bullente Mercado de Quillabamba.
AVISO
DE SERVICIO PÚBLICO
Se precisa con urgencia
ejemplar
de género hembra
a
ser posible de firmeza radiante
rh
sagaz y mediana estatura
siempre
dispuesta a partirse
la
piel contra los amos
sin
que la gresca
pulverice
su poesía
solicito
para fines serios
de
viaje a la luna
a
través de los hombres
se
garantiza lealtad acorde
harto
fervor temerario
observar
advertencia
abstenerse
insufribles
acudir
irreductibles
razón
plaza túpac amaru
esquina
de la normal penumbra
partimos
los sábados de otoño
en
persecución del pan
y la
belleza
ARDE POÉTICA CON FUGA DE WAYNO
novia-poesía
Raúl Brózovich
El poeta es el orfebre
de un crisol profundo.
Ferviente tacto sonoro
en la cantera del tiempo.
El poeta es artesano
que asedia su escultura.
Insólito alfarero
del inexorable torno.
Un herrero de la esencia
tenaz con el delirio.
El acosado cautivo
de endemoniada amante.
Surca atronadora la voz
de una díscola poesía.
Revelando los ritmos
insurgentes de los pueblos.
Retratando sus espíritus
con lúdica impudicia.
Arrastrándolos ebrios
por los suburbios del oficio.
La pasión según el mago
del aliento colectivo.
La verdad y la historia
en leal insumisión.
Vamos mi libertaria
mírame con tu paz de hierro.
En tus ojos transparentes
va un arcoíris nocturno.
El poeta es un obrero
mi loca poesía.
Ya va a venir el verso
hay que ponerse el día.
Viaja ardiente tallador
y
alado brujo guerrero.
Arde una antigua armonía
con fuga de joven wayno.
Viaja ardiente tallador
y alado brujo subverso.
Arde una tierna armonía
con fuga de fiero wayno.
a César y Vladimir
VIENTO DE FUEGO
Aletazo de Viento Sur
mece
las fuerzas que trasiegan
asola
vivo las figuras colocadas en su pulso
presas
de su única salida
los
perfiles tensos o versátiles
sujetos
a sí mismos
por
un ancho flanco de los tiempos arriba
el
tropel de festivos ropajes sonoros
que
se descargan hacia vastos parajes
donde
se combate junto a mansos molles trasluciendo
los
faroles ámbar del crepúsculo
mientras
un limpio sinfín imprevisible de cristal celeste
devela
el amor que se agolpa en las esquinas
se
estrella los costados
contra
los filos de las puertas inquietantes
en
su barrio de crespa hierba y fauces reposadas
deambula
sobre un montón de pena rígida
alterando
el paso de la guerra.
Bajo
la sorda trampa de los cables aéreos
los
anfibios vagan sacudidos por las tormentas
un
tamborileo seco de sus órganos marca
el
vaivén de los cepos según metrónomo
aplastando
nobles desencantos
la
más notable reproducción
de
objetos funcionales jamás prevista
sin
duda la más alta y asombrosa maquinaria jadeante
dúctil
y ruda en su llave maestra generando
la
fuente de su propia encrucijada
y a
pesar de todo se baila entre las horas
con
júbilo de voces crepitantes
con
brillo de siluetas fulgurando los senderos
saboreando
los rítmicos celajes
antes
de que un furioso temporal destartale
las
magras copas de estos célebres vestigios
colérico
arrase los campos infamados
y un
viento de fuego reviva los bramidos del mundo
depure
el aire viajando ferozmente
aletazo
tenaz
que
anuncias la borrasca
la
onda inexorable de tu asalto
como
joven pedrusco decidido vuelo
aceleradamente
en la tormenta
discurro
diestro y azotando
hasta
el centro de tu fuerza navegable
porque
en el fondo claro
de
tus bravos ríos
quiero
encontrar
la
libertad.
YVAN YAURI (Quillabamba, 1963).
Ha reunido en Rastro los poemarios Viento de fuego (2007), Saga errante (2009) y Reapertura del sumario (2007), que de
alguna forma representan, cada cual, otros tantos registros poéticos. Viento de fuego ha aparecido también por
Ugly Duckling Presse, New York, 2011 y Saga
errante por Baile del Sol, Tenerife, 2013. Este mismo año grabó el CD Viento de fuego. Residió en Europa entre
1984 – 1997 y dirigió posteriormente diversas
publicaciones escritas y radiales, eventos y agrupaciones culturales en las
ciudades de Cusco y Lima. Mantiene una antigua militancia marxista. Reside
actualmente en el distrito de Wanchaq.
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