Blanca Segura
es una de las integrantes del grupo de poesía, Parasomnia, quienes tienen a su
cargo y como labor propia batallar contra la falta de espacios y oportunidades
donde desarrollar la actividad literaria, ellos se encargan de llevar la poesía
a lugar donde se pueda, es así que han estado presentes en Stereo Villa,
radioemisora del distrito de Villa el salvador, además de realizar una Feria de
Libro escolar en el mismo distrito, y de innumerables noches poéticas
literarias en Miraflores, Lima y Barranco. Desde este gran grupo formado se
extrae la voz de esta dama, quien muy amablemente al son de sus rulitos nos
deja estos textos para deleite del lector. Leamos pues.
Resaca
Emocional
Lamento no
llegar a ser todo lo que te mereces,
Que mi
semblante sea el inconsciente del caos de mis órganos
Y que mi
menudencia no te de abasto.
Lamento no
ser lo suficientemente buena,
Adecuada o
precisa para cada una de tus necesidades:
Que la
torpeza de mi caminar te avergüence,
Que la
imperfección de mis extremidades te disgusten,
Que el
desorden de mis cabellos te abrumen
Que mis
emociones sean tan inestables
Y que la
confusión se vea constantemente reflejada en mi mirada.
Lamento equivocarme
con tanta frecuencia,
Lamento
dejarme llevar por el pesimismo con facilidad,
Lamento no
poderme confesar ante tus pupilas de esta forma tan transparente,
Lamento no
ser razonable y comprensible,
Lamento no
ser constante ni dependiente.
Y a pesar de
tantos arrepentimientos,
Hoy,
Justamente en
esta noche llena de rectificaciones,
Lamento no
poder ser ella sin dejar de ser yo,
Y que la
honestidad de mis palabras nocturnas
Se impacten
con la sensibilidad de tus sentidos mal informados.
Disgusto
No me
gusta cuando llueve,
cuando este clima me ofrece
cántaros de lamentos químicamente transformados
en líquido vital;
aquellos fragmentos transparentes
que caen de alturas libres
se me cuelan por la epidermis,
se me acumulan en las espaldas
y me ahogan.
cuando este clima me ofrece
cántaros de lamentos químicamente transformados
en líquido vital;
aquellos fragmentos transparentes
que caen de alturas libres
se me cuelan por la epidermis,
se me acumulan en las espaldas
y me ahogan.
Me
saturan los chorros de átomos y moléculas
en una ráfaga invernal de una ciudad
a la que le soy indiferente,
en la cual mi ficticia desaparición
no haría subir la temperatura.
en una ráfaga invernal de una ciudad
a la que le soy indiferente,
en la cual mi ficticia desaparición
no haría subir la temperatura.
No me
gusta cuando llueve
porque así como se empañan las ventanas
durante aquél fenómeno,
así también se humedece
toda mi existencia,
haciendo que el temor ante un naufragio
sea omnipresente.
porque así como se empañan las ventanas
durante aquél fenómeno,
así también se humedece
toda mi existencia,
haciendo que el temor ante un naufragio
sea omnipresente.
Se me
remueven las entrañas
al sentir que julio me cachetea el rostro y
me fuerza a reajustar mis horizontes,
a apretar mi mirada para no dejar pasar
ninguna luminosidad.
al sentir que julio me cachetea el rostro y
me fuerza a reajustar mis horizontes,
a apretar mi mirada para no dejar pasar
ninguna luminosidad.
Y será
quizás porque en estas épocas,
no siento la calidez de los cielos,
ni la libertad entrelazárseme por los pies
ni las ganas de andar alucinando con las nubes.
no siento la calidez de los cielos,
ni la libertad entrelazárseme por los pies
ni las ganas de andar alucinando con las nubes.
No me
gusta cuando llueve
porque todo parece exagerado:
la frialdad es más helada,
la humedad más hostigante,
los vientos más cortantes
y los pasos más inciertos.
porque todo parece exagerado:
la frialdad es más helada,
la humedad más hostigante,
los vientos más cortantes
y los pasos más inciertos.
Fin de día (14.06.11)
Glóbulos
oculares rojos. Irritados por el calor de luces de autos extraños. Horrorizados
por el reflejo de ventanas ajenas. Conscientes que todos terminamos siendo
almas indiferentes.
Párpados
pesados. Entrecerrados por el agotamiento. Por las ganas de sobrevivir. Por el
olvido de disfrutar.
Pestañas
sucias. Lagrimales inflados. Sustancias verdosas abundantes. Gérmenes y
bacterias a la espera de cualquier oportunidad de cumplir su parasitario rol.
Mirada
perdida. Mirada intrínseca. Clavada en el interior con apariencia de exterior.
Perturbada por preguntas. Por vacíos. Por ausencias y nostalgias. Por la luna y
sus 17 horas transcurridas bajo momentos demasiado fugaces como para ser
percibidos por algo más que no sean nuestras pupilas.
El
mundo y sus hombres
Sedúzcanme
con su impertinencia durante una tarde de verano
dejen que prevalezcan sus instintos más primitivos bajo el día,
que el calor de sus cuerpos
y la calentura de mis pensamientos se me tueste en la piel,
dejen que prevalezcan sus instintos más primitivos bajo el día,
que el calor de sus cuerpos
y la calentura de mis pensamientos se me tueste en la piel,
tinturándome
las cejas y las extremidades con la negrura de lo prohibido.
Con una
oscura cinta sobre el pecho,
ciéguenme la moralidad del alma;
las risas correrán libres e incautas,
los buenos momentos permanecerán indiferentes a cualquier razonamiento;
que durante este ejercicio
se me entrene la vista a lo apreciable únicamente por los ojos,
que pueda solo captar sus formas superfluas, el contorno de sus figuras,
la picardía de sus miradas y la incitación en sus sonrisas;
ciéguenme la moralidad del alma;
las risas correrán libres e incautas,
los buenos momentos permanecerán indiferentes a cualquier razonamiento;
que durante este ejercicio
se me entrene la vista a lo apreciable únicamente por los ojos,
que pueda solo captar sus formas superfluas, el contorno de sus figuras,
la picardía de sus miradas y la incitación en sus sonrisas;
que mi
panorama esté infestado por nadie más que ustedes, bellos muchachos,
y que su hombría se vea afectada por la franqueza del hoy.
y que su hombría se vea afectada por la franqueza del hoy.
la juventud será la excusa perfecta,
aferrémonos a la espontaneidad de nuestro iluso espíritu,
dejen que nuestras convicciones se fortalezcan con el optimismo de febrero,
se mojen con los carnavales y sus pinturas,
sucumbiendo al breve amorío entre un hombre y una mujer
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