Miguel Angel Zapata poeta peruano, que hace el mes pasado cumplió un año mas de vida, nos deja estos breves y casi breves poemas para deleite de sus lectores y de los seguidores de este modesto blog. Este mes en que se inicia con mayor fuerza el otoño y el frío arrecia, nos cae bien, sentarnos a leer en este blog algunos poemas, prepararnos un café, dejarnos llevar por la lectura y prepararnos para las celebraciones de Fiestas Patrias el 28, y obviamente de la Feria Internacional del Libro de Lima, que se nos avecina.
Zapata quien reside actualmente en Estados unidos, donde se desempeña como profesor, ha tenido esta gentileza de aceptar la invitación para aparecer en Ángeles del Papel, y dejarnos disfrutar de la lectura de estos textos suyos. Disfrutemos lectores de su pluma. Esperamos verte pronto por Lima, así de sorpresa, como sabes aparecer.
Oído mío
Oído mío: así como el poema la piedra suena en su
silencio, el piano y su inquietud de cambio, el corazón sin tiempo ni lágrima
avanza.
Oído mío, mutable cuando caen las aves en el agua
profunda, invariable cuando se levanta un fraseo que llega como un coro y se
seca.
Sale la música de adentro: vuela, flota, rebota, y se
mete bajo tu piel que camina con esa tonada consternada.
Paseos por Manhattan
Solo esperas el árbol que se abate, la estrella que se
retuerce con los rascacielos y la nieve sucia de las calles.
Esa persistente hoja en medio de la calle, ese frescor
inusitado que escolta tu propia orilla, ese poema lleno de leche negra que cava
su rosa y su gusano.
Visión del paraíso
(Tilsa
Tsuchiya)
El pez dorado mira la nube atravesada por una rana.
Yo quiero ser el tronco que se desplome en el vacío de
la niebla, me dice la rana.
Yo siempre salto hacia delante, voy de prisa pero
con calma.
El sauce llora de verde la caída de las sombras.
Hay un río que no fulgura por la cercanía del
aguacero.
En el corral están el bien y el mal como una fortaleza
de hielo.
Una mujer callada bajo la sombra de la luna mira mi
desierto.
Salpica el cortejo de la luna, su paraíso te enceguece
como un cuervo partido por el sol.
Breve homenaje a Marina Tsvietáieva
Busco la
noche de
San
Petersburgo
en este
ovillo que
se desata
sin parar,
en estas
flores que
de repente
vivas en
su séptima
noche
cierran sus
ojos
a la mañana.
La busco en
la
noche
cuando mis
amigos
temerosos se
alejan
por la
penumbra,
y ella con
su música
se queda
conmigo
y canta como
la
primera
lluvia sobre la tierra.
Stern/Haydn
Escuchaba
la otra noche a Isaac Stern interpretar el segundo movimiento del concierto
para violín de Haydn. Le pasé a una amiga el enlace de youtube ya que no podía resistir la tentación de volar con ella en
ese avión de fortalezas que es Haydn. Después reflexioné sobre si la poesía era
solo un sentimiento a secas o una música que se te pega al cuerpo, a toda la
piel y sale a caminar contigo bajo el sol del verano. Es tal vez un violín que
deletrea palabras en el aire de los trenes por donde viajo con frecuencia, o es
solo un instrumento como la voz que emite una corazonada para mañana. Pensé que
el término “romántico” caería al pelo para una descripción fácil de la poesía
expresada meramente como un sentimiento. La poesía no debe tener subtítulos ni
definiciones –pensé- es solo el devenir del violín en el desierto de un océano.
Los estereotipos en la poesía son comunes, las denominaciones son utilizadas
con tal facilidad que me da temor.
El
violín no esperaba, venia como una cascada a mi corazón y se detenía a probar
mis palabras sin miedo, la lucidez de caer en el vacío de la voz, de sucumbir
en una secuela de las variaciones y engarces, donde todo se puede perder o
ganar como en una sonata urbana. Así el poema, en el papel regresa como un
cocodrilo en busca de su presa. Se lo come todo. Me come a mí. No me deja ni el
alma para volar.
El
violín, el poema, el papel del pentagrama, Haydn, Stern, la noche que se va con
la primera lluvia del verano.
MIGUEL ANGEL ZAPATA, poeta, crítico peruano ha publicado libros de poesía, ensayo y prosa.
Entre sus libros de poemas figuran: La
lluvia siempre sube (Buenos Aires: Melón Editores, 2012), Fragmentos de una manzana y otros poemas (Sevilla: Sibila- Fundación BBVA,
2011), Ensayo sobre la rosa. Poesía selecta 1983-2008 (Lima, 2010), Los canales de piedra. Antología mínima (Valencia,
Venezuela, 2008), Un pino me habla de la
lluvia (Lima, 2007), Iguana
(Lima, 2006), Los muslos sobre la grama
(Buenos Aires, 2005), Cuervos
(México, 2003), El cielo que me escribe (México,
2002), Lumbre de la letra (Lima,
1997), Escribir bajo el polvo (Lima,
2000), Brookings Hall (Barcelona,
1994), Poemas para violín y orquesta (México, 1991), e Imágenes los juegos (Lima, 1987), entre
otros. Su poesía ha sido traducida al inglés, francés, italiano, portugués,
árabe y ruso. Ha publicado también los volúmenes: Vapor trasatlántico. Estudios sobre poesía hispánica y norteamericana (Nueva
York, 2008), Asir la forma que se va. La
poesía de Carlos German Belli (Lima, 2006), El hacedor y las palabras. Diálogos con la poesía de América Latina
(2005), La pirámide y el signo.
Literatura y Cultura en México, siglos XX-XXI (Nueva York, 2004), Moradas de la voz. Notas sobre la poesía
hispanoamericana contemporánea (Lima, 2002)
Nueva poesía latinoamericana
(México, 1999), Metáfora de la
experiencia. La poesía de Antonio Cisneros (Lima, 1998), entre otros. Es
profesor de literaturas hispánicas en la Universidad de Hofstra, Nueva York.
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