Ofrecemos a nuestro público lector, unos escritos de Giuliano Milla, joven poeta que tuvo la gentileza de enviarnos algunos de sus poemas para compartirlo en nuestro blog.
Feligrés ex nihilo
hambre unamuniana
de la nada gigantesca
y su Goliat
al que mi frente de piedra
davidiana
parte,
y la mitad tu cara de
mármol
y la mitad el infinito
con su Lázaro pobre
i Lc. XVI, 22-31.
mientras Malquita toca el
piano
con su voz derrotada
pero brillante, pero
soberbia
y yo feligrés ex nihilo
hago entrar a una mujer
a St. María Magdalena
para que me reniegue
Caicedo porque no escucho la misa
sino a los dedos de mi
profe,
y su vibrato eterno con su
pizarra apolillada
y su tiza de membrillo
en el saloncito de arriba
para que lo olviden rápido
poco a poco
porque él, ya cumplía
setenta.
madera
si me hubieras dejado tus
manos
de madera marchimbrada
hubiera tallado con tu
nombre
mi víscera roja,
hojalatesca
que por el metal se
envuelve en su eco
y duro helado frío se
abandona al llanto seco
y palpo la ausencia
del roble escondido en tu
pecho
y silbo contento bajo tu
cuello, tallo
y liro en sus ramas con
los trinos
corales de las aves
abedules
y tus astillas las amo
como la soprano, que ama
su garganta desgarrada
y escribe en su rotura
sisas ignotas de su alma
sería mesa entonces, solo
por apoyar mis codos
y palparía enceguecido
su tersura húmeda / por su
océano secreto
y nadaría en tu madera
marchimbrada
donde hubiérame tallado
tus manos de amuleto.
cayente
retiro el ave maría
de los pétalos cayentes
que sonríen al leño de los árboles
y vuelan y rezan y
trinan...
con su rojo, celeste,
vaho que se disipa en su destello
rabioso encadilado
y arrullarme en su dolor
colorido, adolorido
porque es el mío y es
santo y bendito
dime viento, ¿cómo rasgas
la fe de las flores?
y te olvidas avisarles
de su hermosura que muere
como el sol difunto al
cerrárseles sus ojos
y me empujas a la calle
a correr sin mi alma en la
vereda
y me veo ser humano y me veo con veneno
envenenado sin mis dientes
que envilecen la risa
sonrisa
y tu soplas, silbas,
desraízas la belleza
i tu frío que canta,
jadea i despide en su caída.
Madre
Madre,
sé que esquivas las balas.
Que ayer recogiste con tus
pequeñas manos
columpios oxidados en las
tardes de rojo cielo
i vacío...
Conozco tu obsesión por
los pobres
i los discapacitados i los
ancianos, i el ceviche raído de la luna que rueda
por las baladas argentinas
del Callao.
Sé que quisiste adoptar un
niño
y le pediste que firmara
un documento
para que pueda -ultra
petita- jugar con muñecos de trapo.
Madre, eres una yegua o un
caballo celeste durmiendo en el galope
¡No te quiero ver en
ningún hipódromo! ¡Ni masticando alfalfa!
Sino, batiendo las alas
tristes de tu cuerpo
contra el fuego de la
dureza hipócrita de las cárceles de carne.
Madre, los infinitos ya no
alcanzan en tu carterita crochet
ni en tus jeans rotos,
ni siquiera te sirve un
tatuaje en el brazo.
¡Ve a bailar con Saturno!
Y recoge,
en la bolsa del mercado,
estrellas, para mi marzo, doce.
Ya no cocines, ni
alimentes siquiera a moribundos
no des de lactar al
silencio
y sí a mi hermana
desaparecida
que esculpí con un pedazo
de papel.
Mi hermana
Las células de ese cuerpo
cantan el BigBang
las flores hacen
cosmogonía de yeso
mi hermana que no nació,
es una constelación
que duerme en los sueños
de mis risas tristes
ella es la niña morena
jugando con el polvo
en medio de una sala
blanca y agresiva
viniéndome a buscar en mi
silencio
cortando el pasto venenoso
de mi alma
cepillando los dientes
iracundos que muerden mi nombre
ella sabe tararear el beso
deja que las hormigas
caminen en los ceniceros
i los cigarros viejos los
utiliza para hacer perfume
Yo hubiera querido que mi
hermana salte conmigo
y ruede en los abecedarios
eternos
que vayamos juntos por
libros empolvados en Cercado
i que traviesa atraviese
con chicle, las páginas rotas
tengo una página vacía,
con cuerpo de niña
un lápiz negro con
mejillas tiernas
y no me conformo no poder encontrar ni en el caño su llanto
¿Quién elige y reparte el
desamparo? La sopa está caliente
i mi hermana nunca ha
despertado.
Giuliano
Milla,
(Lima, Perú, 1996) de la 8 de La Marina, Pueblo Libre.
Autodidacta, psicólogo, me interesa la filosofía y el
para qué de su porqué escribo por resistencia. He
participado en la coordinación de los Recitales de Miércoles en el 2016-2017. Organizador de La Noche de
Delirios (de la primera a la sexta ). Tres poemas en Verboser Vol. 2. Publicaciones en diferentes
blogs y la revista digital Versoazul. Preparo una plaqueta pronta a publicarse.
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