Los danzantes de tijeras siempre han sido un misterio, se les han calificado de demonios, seres sobrenaturales, poseídos, ángeles caídos. Todo ello debido a la danza q realizan, entonces ellos con sus cuerpos comunican, hablan, gritan, lloran y se manifiestan desde tiempos ancestrales con la pachamama. Claro que siempre se les ve de forma extraña entre los que no entienden su labor debido a los supuestos pactos con shatuco (entiéndase el diablo), comer sapos vivos, atravesarse agujas, fierros y demás cosas en el cuerpo y no sentir dolor.
John Martinez quien ha estado así de cerca de los danzantes nos alcanza a nuestros ojos este poemario en el cual nos invita al goce de la danza, unirnos al compás de las tijeras y movernos como los bailarines (al menos intentarlo). Después de su experiencia acompañando a un grupo en la filmación de un documental sobre los mencionados danzantes, Martinez nos aproxima a este mundo desconocido para muchos, con versos que nos hablan directamente desde la música de los violines y arpas. Leamos entonces.
*
El cuerpo es otra cosa
el Elegido flexibiliza la piel e incendia el arpa y el violín
es un instrumento más
la puerta entre los Apus y nosotros,
lenguaje cifrado de las piedras
latido distinto de la especie
el Elegido
es otro cerro
otra verdad
*
En el plexo de la sangre
el metal alborota los elementos
el Apu llama
la danza es dirigida
y solo el Elegido ve
anda por el sendero de la sangre
pétreo y solar
mientras el aire y la tierra preparan el advenimiento
el Elegido mutila el mundo y emerge sobre su cuerpo
danza otra vez.
*
El violín de Chimago
era un animal dormido
precipitándose levemente,
como un pájaro cuando al despertarse
estremece toda su piel
ELLA
Una mujer vomita el aire
hasta dejarlo quebrado
ella danza
ella arremete contra la piedra
y logra el camino
warmi
madre
continente
posibilidad bendita
El Elegido
2011
John Martínez G.
Casa Katatay Editores
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