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viernes, 8 de mayo de 2020

4 POEMAS DE ESTEBAN COUTO



Los poemas de Estaban Couto llegan a nuestro blog gracias a la gentileza del autor de enviarnos los textos, a solicitud nuestra, pues deseábamos dar a conocer una voz que está sonando más en el medio literario. Es bueno dar a conocer voces que crecen fuera de las fronteras limeñas y que traspasan muros, afirmándose con el transcurso de los meses, y madurando en su poética. Basta leer la poesía de Esteban para darse cuenta que hay futuro para las letras chimbotanas. Leed gustosos.


/ SEPIA /

De cúbito ventral
temblando / apuntando a los muros /
dorsalmente como los monos
con los ojos apuntando al firmamento calcáreo
colgada de las nubes / sindestino.
Golpea paulatinamente: un aullido
Golpea y golpea: papel y metal a la vuelta de la cuadra.
Para ella / casi inhumana
la máxima prueba de resistencia.
Doce horas de sudor y noche obsoleta /
vómito y jaqueca al amanecer.
De cúbito dorsal
con el vientre espabilado [presto]
relleno de pólvora / cubierto de desolación.
Todo día / la rutina / todo temblor volcánico
se ciernen sobre su asustado animal
en un rincón de telarañas / en cuclillas /
clavos por doquier / por deseo y perverso nudo
hecho añico su músculo hueco

en la alcoba de los desamparados


PLANTACIÓN

Ella revienta pulmones y estómago con las drogas del siglo.
Él la ama dolorosamente como un intrépido animal de lenguaje

Carlos Reyes Ramírez


“¿Fumas yerba?” –me preguntaste.
Asentí / aunque mi demencial amor
se estuviese convirtiendo en una humareda kamikaze.
“Ahora viajaremos a la luna, mi amor”.
Sonreías
maquillada hasta el hartazgo
con los alucinados vidrios de la caída.
El ojo de cristal nos iluminaba / cómplice
mientras nosotros
en el éxtasis de los colores
las risas / los golpes mágicos / los besos
íbamos excavando
aspirando
tragando desesperados
la tierra infame de nuestras culpas.  



a veces amaneces distinta[1]
como una rosa obscurecida por la mañana
cocida ensombras       /por los albores del día fenecido

a veces te haces agua y evaporas tu luz
con las últimas auras de la noche nueva
la noche de Walpurgis en que por fin eres liberta

no podrías ser otra cosa que aliento
del amado que te desea tiempo después
de haberte perdido                cuando ya eres gallareta

y no podrías desear otro bolero
otro café más que este            tostado en el agorero
de los poemas póstumos

esos que se leen a escondidas con la siniestra amante
para hacer del amanecer siguiente
una paradoja del tiempo


[1] Ana María Dixit!



flauta soy
hechicera soy
de tu pulso agitado
y tus ojos-laguna
formando espirales en la superficie /
mi oscuro encanto gobierna
todo hálito entrecortado y
los movimientos circulares
compartidos
en el eco del espacio nocturno /
envuelta en estoraque estoy
inundando el ambiente
con mis aromas brujos
vistiéndote de ropajes impalpables
y transparentando tu bondad
con la huesuda polvareda de lo umbrío /
soy hipnótica música
melodía magnética soy
aun después de la muerte
en este recinto pagano y sacro /
he ahí  el equilibrio de mis notas en tu pentagrama
por eso mi concierto acústico en tu garganta
grita a la hora de la tempestad
cuando la luna llena bebe la voluntad y el aliento
con su cántico de medianoche

Del poemario El obscuro ojo de Afrodita (inédito)





Esteban Couto. Seudónimo de Christian Ahumada Heredia (Chimbote, 1987). Integra desde el año 2004 el Grupo Literario Isla Blanca de Chimbote. Ha publicado Saco de carbón (Editorial Aletheya, Arequipa – 2011, 2017 [edición especial]), Ese animal hecho de estaciones (Cuervo Editores, 2014), El paraíso desterrado (Editorial 12 Ángulos, 2017) y Orbes (Aletheya, 2018). Ganador del concurso “El Búho” en la categoría Poesía en el año 2014 y de los Juegos Florales Universitarios Unsa 2016.

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