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domingo, 3 de mayo de 2020

5 POEMAS DE ANTONIO SARMIENTO


Bibliotecario, poeta del 90, difusor de literatura, ganador del premio Copé, tallerista, etc. Son muchas las definiciones que pueden describir a Antonio Sarmiento., quien integrara Mammalia junto voces como Risso, De Saavedra, Beltrán, entre otros. Trabajó durante algún tiempo en nuestro distrito Villa El Salvador y ahora ya en su terruño en el Callao se va afianzando con el trabajo de talleres, cuentacuentos, ferias de libros, encuentros literarios y de autor, entre otras actividades que como creador tiene a bien visionar y que van dando resultados. Este post quiere compartir los poemas de Antonio para que el lector se acerque un poco más a nuestra poesía. Disfrutad de la lectura.


TONTAS CANCIONES DE AMOR



SEPARACIÓN DE CUERPOS

|             
                  Las patas de la niebla
     desgarran el pellejo de una yegua negra
que sangra y patea y relincha por el hocico del
                      relámpago.

Pero del vientre de sombra y luz se yergue
                     una tolvanera
                                      y sentimos náuseas.

        Hoy es el puente amargo que nos separa

En esta orilla
eres un animal afiebrado
sobre una mesa de disección
                                                           en la otra orilla
                                soy algunas bocanadas de humo entre las flores
                                       rabo de nube que desata una lluvia amarilla.
    




LA VIDA EN SEPIA


Te conocí mucho antes
de las últimas lluvias de agosto
pero nunca me di cuenta
de lo importante que eras para mí
hasta que vi tu foto
color sepia, ajada en un viejo anaquel.

Todo comenzó de nuevo a macerarse,
los recuerdos empezaron a fantasear en
tu compañía; el mar a la espalda con su collar
de ostras palpitantes. El fulgor del retrato
cambiaba de tono en cada abrazo
en cada sonrisa, en cada despedida
tú estabas allí con tu recuerdo en vivo.
Con los años las personas cambian
y la vida continua,
los mitos que antaño eran hoy ya no son
pero hay algo en el tiempo aunque
haga estragos mi corazón
el pico del reloj
no dejará de palpitar con intensidad
y no será por ti
ni por tu recuerdo.

En su latido yo reconoceré
de inmediato
lo que amo en ti:
tu vieja foto.




SEÑORITA DE AVIGNON


Poner los recuerdos en orden en latas ordinarias
con una inscripción en tinta soluble que diga algo
anarquista como "Primavera de tanques en Praga/
                                  con bastón y cuello de celuloide",
o  "fumando pipa en plena revuelta estudiantil/
                                  en mayo del 68", por ejemplo,
y colocarlos en la nevera para que se conserven.

Pero si en lugar de ese verano de las morsas escojo
otra imagen más sintética y actual: "Señorita
                                       de Avignon, febrero del 94",
seguro que la memoria se llenaría de esfínteres 
con fémures de músico recostado en
un oscuro canapé/ alrededor el bikini amarillo
torsos y brazos empacados en una maletita de mano
confundiendo gestos y aromas/ la parte con el todo
el todo con la parte/ imágenes que empiezan a calar
en la espesa habitación en una calle del Rímac
un saxofón deletrea una música en rosigñol
subiendo por un vientre bajo royendo
como un agujero negro las rosas
negras en el burdo canapé

y que me perdone tu santa pierna
por haber proferido este desvarío.



ANTI FILME


Cuando alguien te besa
no es un simple beso de amor
el que te da, es tu piel que circula
en otra piel a millas y millas de los ojos;
en un hoyo de años y siglos, con la luz
de ese beso que todavía no llega
a otra galaxia, con los pelos y las uñas
creciendo en la noche total. Es la
ocasión de ver a la muerte caminar
en sincronía de almas, con el mismo
balanceo de sangre y el mismo ruido en
la puerta o en las venas, con los escalones
que bajan y suben de tu presencia.

Es la posibilidad de futuras ausencias
el esplendor de un adiós, la combustión de dos astros
resolviéndose en un solo párpado, está
en juego la vida, el aire con su sistema
de luces y contraluces que se estrellan en silencio
con paisaje y telón de fondo incluido.

Cuando alguien te besa
es porque te están filmando.




RÉQUIEM

El traje
recién estrenado
la víspera
fue guardado
por ella
sin una arruga
sin una mancha
impecable
impoluta
y al guardarlo
no dejó de mirar el reloj
que alargaba sus manecillas
apuntando a una sucia luz
en el desván: era
un retrato al carbón
inmemorial;
lo observó
con gesto displicente
con la cara levantada
de dignidad
y no se inmutó siquiera
cuando allá en la penumbra
desmigajaban las polillas
el raso palpitante del vestido
hasta iba a decir que era feliz
inmensamente feliz

pero la mano llegó más rápido
para enjugarle la lágrima.



Antonio Sarmiento Anticona (Chimbote, 1966) 

Ha publicado los poemarios: Metamorfoseo orgásmico (1994), Cantos de castor (1999), Ojo madre (2000), Tontas canciones de amor (2002), El junco y la tormenta (2004), La soledad de Sigfrido (2010), Tiempo tatuado en la piel (obra poética, 2015), La colina interior (2016), Sin piloto automático (2018); el libro de historietas Ángeles caídos (2002); las muestras líricas de su generación: Veinte cadáveres exquisitos (1997), Luz hecha a mano (2002); y los libros sobre estética: Técnicas de restauración poética (2008), Teoría de las micciones (2010). Con La colina interior obtuvo el Premio Copé Oro de la XVII Bienal de Poesía, 2015, organizado por Petroperú.


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