La poesía escrita por jóvenes en Perú ha tenido un auge considerable, ciudades como Arequipa, Chiclayo, Trujillo, Pasco, Ica, Puno y Lima, principalmente, nos ofrecen nuevas voces muchas de ellas formadas en aulas universitarias. Es gratificante leer autores que exploran la poesía en sus diversas manifestaciones. Rodolfo Muñoz, es una de esas voces que debemos continuar leyendo y no perderle el rastro. Para que nuestro lector siga conociendo más de nuestros vates, dejamos algunos poemas de esta joven voz.
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Florece
el silencio en su saliva
Adictiva
-Como el cuerpo Humano-
Sueño desorden
A media luz
Juego
de vértigo sanguíneo
Luz de hoguera
La tos resiste
la
divina torpeza
Y los árboles de ceibo reverdecen de
la náusea
Y el silencio
con dosis de láudano y dolor
De láudano y vértigo vivo
Santo
Todo lo que vive es
santo
La
tos insiste
El bocado negro
Insiste
Y
crece de la experiencia de la voz
Humilde
Y sagrada
del
alcohol
Un mareo entonces
A media luz
Tos seca
Venas abiertas en su origen
Y vocales letales de lagarto
En desorden
Toda salvación
se resiste
Toda sensación humana
Se redime
Toda circunstancia sublime
-como la tos-
Se repite
Como la luz
Se repite
Como canción
Se arrastra
Y
se enrosca
Como el sol
En la
garganta
Y se canta
Como
una isla
En
mitad del alud
La soledad de Lima
Es un verso largo
Un canto -de borde- a
la ansiedad.
Y sus nuevos dientes
La soledad de Lima crece
Absuelta
Y su cítrico rastro
Abona
El mundo
Desde la ruina
El firmamento inapelable
La constelación de la taruca
Y el vuelo de los pájaros nocturnos
-como Chopin-
Tejen vuelos largos
Y no hay ruina sino futuro
Creciendo como árbol
**
Garúa que solo se ve a través
de los focos
La marca en el pecho es
tu nombre
Tu propia Garúa
El brillo asmático se ve
bello
En tu espíritu de
caña
Pura
En tu árbol de humo
Frondoso
La belleza de las calles
La palabra diseca
locuras
Y tu piel
renace
-Yo no sé-
Sí la ceniza de los
parques
Es poesía
Cuando cae de tu árbol
O si emerge de la jerga
urgente
Junto a la lluvia
Pero cuando canta el
hambre sus pasiones
Cuando trepa la
cordura su cuerda fina
Entre cabezas de bestia y
muladares
Entre risas de
drogas permitidas
Cuando el
desierto se abre como una ostra gigante
Y envuelve mil
veces la sombra
En su propia sobra
Y suelta la tos de los
que huimos
De la plaga magra
De no verte
Cuando alguien planta en
su delirio la paz que sofoca
Ahí mismo
Eres luz
O una lúcuma verde en el
otoño
Reja
Cuál es la luz
Cuál la sombra
Blanca
Varela
Te he visto crecer e invadir el techo
como buganvilla
Florecer como arpón
En mis
jardines
Huérfana de frío
Con una palabra
Tú y la garúa
Tú y Syd Barret
Fueron paisaje
Una vorágine de imágenes
Haciendo curva
Ahora tus suspiros ya son grandes
Tragos
De humo
Sin olor a luz
O sombra
**
La esperanza revienta
como rosa
O petardo
El sofoco de esperar es sublime
La paciencia es un
grito sagrado
/macerado
Dos hits de
jilguero al margen del río
(Repito)
Lo demás es usura
Rodolfo Muñoz Lagos (Lima, 1988).
Presidente de la Asociación Civil sin fin de lucro ONG Ars Reditum. Especialista en Gestión Cultural en el ámbito local
por la Universidad de Girona- España y la OIE. Editor en Lupuna Editores.
Escritor y redactor en diversas revistas físicas y digitales dedicadas al arte,
la cultura y la creación literaria. Bachiller en Literatura por la UNMSM. En la
actualidad se desempeña como director de la campaña Letra precisa,
desarrollando talleres de capacitación y mediación de la lectura.
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