Alex Morillo fue uno de ellos. Aquella tarde/noche, junto a la narradora Jennifer Thorndike. Dieron una charla sobre el trabajo de los nuevos autores y que tan difícil le es publicar a los jóvenes, entre otros temas.
Su único libro publicado es FRAGILIDAD DE LO VISIBLE, editado por PÁJARO DE FUEGO en una impecable edición y diseño. El año pasado hice un pequeño resumen del libro, pero ahora os ofrezco unos poemas de este poeta integrante del grupo NUDO DE VOCES, con quien ya publicó la plaquette colectiva NUDO.
Disfruten de estos poemas, dando inicio a este mes de Mayo, el cual estará dedicado a poetas jóvenes.
las piedras del monte
Es humilde la conquista de perderse en el aire que marca migraciones,
nos arrodillamos sobre las piedras del monte
y la silvestre confabulación
de animales que se frotan a sí mismos
detiene el golpe seco
de la naturaleza cuando gira.
La faena del celo sosiega sobre nuestros lomos
de pelaje tostado,
fragilidad de las hebras nos ata al mundo
en la agitación que comulga,
en el instante en que tu cuerpo afiebrado
incendia las flores oscuras
y sobre el monte, nuevamente,
quedan tus senos alumbrando
las hierbas fronterizas
y el desvelo.
esto no es un poema
para Néstor, por la complicidad
detenernos en medio de la carrera hacia nosotros
no es un gesto libre
o el mensaje del amanecer que nos advierte
un crecimiento sin direcciones,
es la oportunidad de vernos partir
desde la sensibilidad violenta
como quien sufre
de mutaciones y no deja recado
como quien ama
la manía compartida de crecer
en una casa vacía.
Recuerda
la melodía de los acantilados
el odio compartido
la mitad de los días
la sala de espera de la que no saldremos mientras exista
la otra orilla
no deben revelarse antes de que el invernadero
de nuestras mujeres nos obligue.
boleto de autobús
Parece fácil mirar adentro,
la incurable manera de llamarnos
necesita un camino
pero los dedos se desaparecen unos a otros
y así, sin mas destino que los cielos descapotables,
volvemos a la simpleza de amar
a quien comprende que las ventanillas
nos muestran la fragilidad del viaje.
Tan fácil
como si se tratara de morder asientos de la última fila
inaugurar con un grito la velocidad retenida
en el final imaginario de los óvalos
o encadenarnos al rebaño de luces
para dilatar las escamas oscuras de la superficie.
Si fuera tan fácil
comprender que la criatura en espera
no es la tibieza conquistada al final de las horas
sino el mismo viaje.
Si sólo fuera tan fácil
despertaría de la inutilidad de recortar su cuerpo
en un boleto de autobús
en medio del tráfico que me atrapa
como un reflejo enumerado.
Hey cuando es la de este año
ResponderBorrarya paso no?
muchos saludos...
justo hace unas semanas leí algo de él, interesantee
ResponderBorrarBuena iniciativa, poeta.
ResponderBorrarUn abrazo,
Juan Carlos