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miércoles, 27 de diciembre de 2017

NUEVA PUBLICACIÓN 2017 "NO SIGA ESE PÁJARO" DE MARTÍN ZÚÑIGA




Seguimos difundiendo los títulos aparecidos este año en nuestro medio literario. Y tenemos el poemario de Martín Zúñiga, poeta cuzqueño, radicado en Arequipa. director del proyecto poético URBANOTOPIA, que lleva un registro muy importante de autores peruanos, el que recomendamos su visita. Este día ha tenido la amabilidad de hacernos el envío de su más reciente libro, el mismo que está nominado en los Premios Luces. Leamos y disfrutemos los textos a continuación que son una muestra del poemario en mención.



Siga este pájaro


las aves amarillan cuando pasan los perros.
pintar eso
    ponerle tréboles olores humedad
    velocidad
las aves saben cuánto los perros son traslado
¿quién eres? saludas entre las plumas
y vibra la cuerda floja
 pintarlo
en su propio natural sin escusas sin traducciones
detenerlo en el gesto binario que limita la metáfora
la acción marcada por accidentes gramaticales
soy demasiado tarde
afuera hay
otros movimientos que absorbe cual pozo arena
y mete aves y perros en silencio por los sentidos

la esquirla de una bala moviéndose
con tanta fuerza
que pierde el color hasta destruirse.
una metáfora sónica
 y sigues tendida a mi lado
y tu corazón aún brilla en mi boca

País abierto

a Alarico, todista

mi país es tan pequeño que si me levanto
por el lado izquierdo de la cama
ya soy un extranjero. mi país
no tiene más que una estación solo de salida
de buses. en mi país cuando trajeron
un cristo crucificado para la única iglesia
tuvieron que cortarle un brazo para
que entrara. en mi país los días
duran la mitad. y la gente tiene
herramientas que a la vez son una taza
un taladro una espada un tambor una silla.
para que la comida dure el doble
comemos frente a los espejos.
ahora que viajo me doy cuenta
que solo se puede hacer bien el amor
en mi país. cuando vino la sequía
nadie se dio cuenta. cuando llegó
el invierno incendiamos la iglesia
y creamos al menos tres religiones más.
mi país tiene la misma cantidad
de alfabetos que de personas.
al miedo no lo conocemos pues hemos
sembrado tanto horror en el mundo,
que solo le tenemos pánico a dormir
porque en mi país nadie sabe
convertido en qué se puede despertar.


01.

No hay más que promesas sobre la tierra. Promesas sobre la primavera a la vuelta de la esquina. La lluvia al caer en los sembríos quiebra la pavura, rompe las cajas. Un eco de rabia retumba en las paredes del sur. Íbamos a construir muchas máquinas. Promesas contra el horror contra el invierno contra la oscuridad del pasado. Dar vida de este modo es insensible, es reproducir la fragilidad. Íbamos a ser veloces, chongueros, dinámicos, bullangueros, justicieros. La lluvia busca la grieta, el corazón ardiente de la roca para extinguirlo. Sobre la tierra el hambre y el llanto. Arder sarcásticos con los colores de la alegría. Los vehículos contra el aburrimiento se devoran unos a otros con su retumbar insípido. No hay palabras, solo promesas. Íbamos a crecer más que los vecinos. Eran tiempos para invertir, para llegar a ser, no para arder. Íbamos a tener crías robustas e indemnes, y como serpientes de cobre los caminos forrados en asfalto nos unirían. Íbamos a ser fraternos y hermosos. La lluvia remueve la tierra, la hiere, la viola. ¿Para qué las propagandas, los programas de la radio, las películas, las canciones y los bailes de moda? Arder desternillados las cajas que sangran. Entrar a una habitación a oscuras y cerrar los ojos. Al compás de la tierra en el sur se enmohecen los callejones de la noche. Íbamos a refundar la idea de patria, pintar y embanderar cada manzana. El horóscopo dice no se derrumbe en lamentaciones o será así hasta el fin de sus días. ¿Pero y la tos, la sarna, el melanoma? Cartas van de un barrio a otro, cartas con letra redonda escarlata y ordenada. Con pagarés con contratos con promesas. Cada día los sembríos cobran fuerza, ampliamos la frontera agraria dicen los periódicos, las máquinas se atienden solas. Las cajas crían costras y se sellan. Arder melódicos ya no provoca la lluvia, que va y viene todos los veranos. Esta es tierra de cactus. Arder palabras con auténtica vida. Con vida maciza y persistente. No con imitaciones baratas de cables, grasa y lucecitas estroboscópicas todos presos en un retablo andino inmenso. Con campos de música y una idea vulgar e indigna, libre en el viento. No con las sobras y las dulces promesas. Una vasta nación de paja, a las 4:00 de la mañana, vendida en una caja rotulada, arde desde el sur.

NO SIGA ESE PÁJARO
Martín Zúñiga
Paracaídas Editores
Octubre, 2017


Martín Zúñiga Chávez (Cusco, Perú, 1983)


Es poeta, editor, gestor cultural y catedrático. Acaba de publicar el libro de no-ficción No siga ese pájaro (Paracaídas, 2017). Es también autor de los libros Gavia (2009), Pequeño estudio sobre la muerte (2010), Cover (2011), entre otros títulos. Su obra ha recibido importantes premios en España, México y Perú. Es maestrista en Literatura en la especialidad de Análisis del Discurso por la Universidad Nacional de San Agustín. Coorganiza el Festival Internacional de Poesía de Arequipa y desde hace varios años gestiona el proyecto LAE:LEA capítulo Perú Urbanotopia.

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