LES GUSTA VENIR POR AQUI

viernes, 23 de marzo de 2018

3 POEMAS DE ANDREA CASTILLO




Esta tarde Andrea Castillo, poeta Iqueña nos ofrece unos poemas de su creación. Joven pero con una trayectoria y participación importante en el medio literario, siendo antologada en libros sobre la poesía en Ica y en Festivales.
En esta ocasión nos deja con tres poemas que no tienen título, pero que nos dejan saber más sobre su poética. disfruten lectores de la poesía de Andrea, esperamos llegue pronto un libro de su parte.

                             /*

                                                                   A Víctor García-Belaúnde.

A veces pienso en ti y en el mar
Como un sonido que se aleja
Que viene en calma
Que eriza el vuelo de las aves que dibujan las nubes
También pienso en la muerte –como es costumbre-
Pero no se posa del todo en mi cabeza
Como el cordón que une el bramido del océano
 Al sol que nace a bostezar el día
Que arranca plumas y alaridos a los despeñaderos
Bajo el cobijo esmerilado de las profundidades glaciales

A veces pienso en el liquen y sus huesos transparentes
Sobrecogidos por el cardumen que arremete sus pies
Y veo allí temerosa y furtiva a la muerte
Sirena que olvida el fecundo rocío de la niebla
Sobre los ribeteados filos de las cosas
Y veo en ella tus ojos y los míos, observando el sol
Ese sol subterráneo


Que nos crece.


                                              **

Quizás cuando mentimos es cuando más cerca estamos de la verdad
¡De la verdad!
De besar la punta de tus ojos y enjuagar el día entre en mis labios
De gritar océanos de veces tu nombre en cada ola                                                                                          
Y repartir en playas desoladas la arena de mis pasos
La notoria necesidad de contemplar en silencio el mar                      
Y ver el cielo creciendo en el artificio de tus pupilas 
Que dilatan mi cuerpo en sus adentros
                               Como dilata el mar al sol
                                                    Como devora el mar al sol.

Ahora que tus ojos han partido del álgido refugio donde nacen mis palabras
(Donde mueren mis palabras)
Puedo verme en la orilla corriendo tras de ti
Ahogándome como el sol al estallar la noche y sus estrellas
Ahogándome con la silueta del mar ciñéndose a mi cuerpo
Con la forma entera de mi cuerpo
En tus pupilas
En tus pasos
En tus manos que sacuden abanicos colmados de pájaros                                                     
Que remontan hambrientos sobre el surco azulado de las estrellas                                                
Y los cormoranes que viven en mi pecho

Y es cuando más cerca te pones tú de mi
De besar la punta de mis ojos y enjuagar el día entre tus labios
De gritar océanos de veces mi nombre en cada playa andada
De dilatar mi cuerpo en tus pupilas
Y devorar al sol de mis palabras
Al estallar la noche

De ahogar en tus adentros
La verdad.


                                                ***

Lo innominado no puede ser poseído 
Ni refrenado 
Ni establecido con pulcritud  
 
El mar mueve su cuerpo por sobre la atadura de las palabras 
Por sobre el contenido pálido de la mirada que trata de aprehenderlo 
No es lo mismo un cardumen devorándolo desde el interior
Que un bañista flotando bajo el techo del cielo
O un perro ladrando al músculo espeso de sus olas. 

Por eso el mar respira por sus peces y algas    
Sus eternas resacas, sus vivas cicatrices                                                                                 
Deja salir espuma y bramidos de sus fauces                                                                        
Engulle la línea fija del futuro                                                                                                    
Los lejanos colores por donde se pierden los barcos y los días

-Yo diría que no somos más que estas jaulas                                                               
Tratando de interpretar las sombras y los sueños-

Por eso la naturaleza cuenta la constante metáfora de la vida                                                                Y sus imágenes sobre la realidad
Pero el hombre ya abandonó “La cueva”                                                                                           
Y no entiende, ni obedece, más que a sus palabras
 
Himen roto y oráculos de contradicciones  
Que asume que las voces  
Que sólo sus voces  
Son las ciertas. 




Andrea Castillo (Ica) Tiene inédito los poemarios “Origami” y “Lamentaciones de Ariadna”. Invitada de encuentros y festivales nacionales e internacionales, ha sido antologada en “Algo de cierto, Ica selección poética” (Lustra editores, 2007) “Convergencias: Muestra de poesía contemporánea” (Editorial Río Negro, 2012) Poetas en la arena, Antología de poesía iqueña (Fondo de la Biblioteca Abraham Valdelomar, 2017) Antología- XXII Enero en la palabra (Serie, Enciclopedia del Cusco) Su trabajo esta esparcido en diversos proyectos de difusión literaria como La Poesía embiste, Urbanotopía,  Santa Rabia Magazine, Revista Ínsula Barataria, Ojo zurdo, entre otros. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario