Esta noche os dejamos con los poemas de Kazuko Kikushima, joven poeta Nikkei que está teniendo presencia entre la nueva poesía peruana. Como sabemos nuestro país es un crisol de culturas, lo que se evidencia en nuestra gastronomía y costumbres. Los japoneses que llegaron a nuestro país se asentaron y forman actualmente parte importante de la cultura y de las letras, auguramos a Kazuko un futuro en la poesía peruana. De momento os dejamos con los poemas que ella buenamente nos ha enviado para que nuestros lectores puedan disfrutar de sus escritos.
PARARME EN PUNTAS DE PIE
Escribiré tus palabras para ver si te encuentro entre las letras
y agregarle melodías para caer hasta tus brazos,
pararme en puntas de pie sobre ti para alcanzarte
y acariciar tus oídos
-irme en el lenguaje de tu piel y rozar tus labios-
hasta escuchar las palabras que jamás me hayan dicho.
Tus manos están entre las cuerdas que ayer amarraste a mi cintura
y me hicieron girar hasta quedar frente a ti.
Me relató con esa mirada las ganas de acordarse de mí mañana.
DE CERCA
Deja de recorrer los pasillos de mi mente,
lo único que queda es el eco de tu alma.
Voy a dejar plasmados tus recuerdos en este papel
para librarme de tus fantasmas y tranquila el mar recorrer.
Tus caricias son ahora mis lágrimas
y los nervios que siento al saber que vienes
los guardo porque es el miedo que intento apaciguar.
Llenaste los muros de latas
para crear una melodía cuando rondes por aquí,
no sabes que yo sembré plantas y se murieron por ti.
Pusiste tantos libros alrededor de mí
que me llené de polillas
y de tu voz hui.
A QUIEN
No sé si existe, no conozco su voz,
no he mirado sus ojos directamente.
He acariciado su sonrisa sin tocar sus labios,
he sentido el calor de su pecho sin abrazarlo,
quisiera entrar en su mente y acurrucarme en sus sueños
sin tener miedo a despertar.
Sé que tu viaje es constante y no hablo de la vida,
hablo de tus rutas.
Sabrás que permanezco atenta a tus palabras
porque es lo único que tengo
aunque anhelo más que algún día amanezca
y luego compartamos el ocaso.
Gustas de los lagos, de la selva
y acá voy encendiendo la fogata
por si quieres acompañarme en mi propio campamento.
Será la diferencia de épocas que hemos vivido
pero yo prefiero mostrarme sin armamento
en un mundo donde el lenguaje se habla a través de señales.
Te encuentro paseando en bote por mi memoria
y recuerdo la promesa que hicimos para cuando nos encontrásemos la próxima vez:
Ninguna palabra sin decir nos distanciará más que la propia distancia entre nuestros pasos.
ESCUCHARÁS MI VOZ CUANDO PIENSES EN MÍ
Tú eres ese verano que uno vive sin esperar a nadie,
con la certeza de que a veces la esperanza hace que no pasen las cosas
o que suceda lo mejor de lo inesperado,
y entonces comenzamos a tejer noches de invierno abrazados desde lejos,
acompañándonos a darnos luz cuando estamos cansados.
Es así que me sirvieron los errores para aprender
y saber que es contigo con quien deseo mostrar mi mejor versión
para encontrar la calma en los días más difíciles
y comenzar a extrañarte sin ansiedad.
Poder abrazar tu recuerdo sin lamentos,
aprender a sanar la razón desde el corazón y así viceversa,
poder mirar tranquila ambas partes del espejo.
Escucho tu voz cuando te pienso y deseo que tú también te encuentres bien,
que cuando nos volvamos a ver sea un recuerdo para siempre.
Quién diría que saldrías de las fotos y te quedarías a mi lado tanto tiempo...
lo más bonito de mirarte es verme reflejada,
saber que esa es otra manera de tenerme dentro tuyo.
Quiero crear un recuerdo donde soñemos juntos y despertemos abrazados
KAZUKO KIKUSHIMA, es licenciada en Psicología Organizacional y actualmente estudia Comunicaciones. Apasionada por las diversas formas de expresión artística, se dedica también a la fotografía y a la literatura, encontrando en la poesía la mezcla sutil entre lo tierno y lo sugestivo, paseando por la melancolía de la introversión y esas ganas de exteriorizar lo que pasa en el mundo si se decide vivir de manera plena. Publicó el libro "Tatuajes" .
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